miércoles, 18 de enero de 2012

LA LEY SOPA, LA GRAN BATALLA DE INTERNET

Es muy significativo que la amenaza del primer “apagón digital” de la historia haya sido suficiente para doblegar al Congreso estadounidense

Imagen: http://esquire.esmas.com
Los Tiempos.- Durante los últimos meses, y con especial intensidad durante los últimos días, se ha librado a escala planetaria una batalla cuya importancia, según muchos observadores de los vertiginosos tiempos que corren, es aún difícil aquilatar en su justa dimensión.


Hacemos referencia a la batalla que se está desarrollando simultáneamente en las cámaras y los pasillos del Congreso de Estados Unidos y en todos los escenarios del ciberespacio, entre quienes están a favor y quienes se oponen a la aprobación de una ley, la Ley SOPA (Stop Online Piracy Act o Ley de Cese a la Piratería en Línea), cuya votación estaba prevista para el próximo martes 24 de enero.

El propósito de la SOPA, según sus defensores, no sería otro que poner en vigencia en todos los Estados Unidos una serie de medidas para controlar los contenidos digitales a fin de defender los derechos de propiedad de sus creadores.

Quienes se oponen, por su parte, sostienen que ese es sólo un pretexto, pues sospechan que el verdadero propósito sería aplicar procedimientos muy similares a los empleados por los regímenes totalitarios, como China, para vigilar, controlar, censurar y, por consiguiente, castigar a quienes difundan contenidos que desagraden a quienes controlan el poder político y económico.

Para ello, la SOPA obligaría a los intermediarios (buscadores, servidores, proveedores de servicio de correo electrónico, entre muchos otros) a convertirse en agentes vigilantes al servicio del poder establecido.
Como es fácil constatar, son tan abismales las diferencias de interpretación sobre los motivos, alcances, potenciales riesgos y beneficios de la Ley SOPA, que quienes de un modo u otro serían afectados por sus disposiciones, que no son sólo las empresas directamente interesadas sino todos los usuarios de Internet, se han dividido en dos bandos antagónicos sin que se vislumbren puntos de conciliación.

Otro rasgo que da a la controversia una dimensión sin antecedentes en la historia de la legislación es que sus alcances rebasan con mucho los límites del territorio estadounidense, pues sería el planeta entero y todos los usuarios de Internet en cualquier lugar del mundo quienes sufran las consecuencias puesto que gran parte de la infraestructura digital, así como prácticamente todos los grandes proveedores de servicios, desde los buscadores hasta las redes sociales, tienen su sede en Estados Unidos.

Para evitar que la Ley SOPA sea considerada el próximo martes, hace pocos días las principales empresas proveedoras de servicios digitales resolvieron unir sus fuerzas y convocaron para el lunes próximo al primer gran “apagón digital”. La magnitud de los efectos que tal medida podría tener sobre el funcionamiento del planeta entero fue suficiente para que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, amenace con vetar la ley en caso de que fuera aprobada y esa decisión, a su vez, hizo que los congresistas desistan de su intento.

Sin embargo, por tratarse sólo de un desistimiento temporal, la posibilidad de que Internet deje de ser el medio de comunicación libre que ahora es seguirá siendo una amenaza y contra ella seguirán movilizándose quienes se oponen a que el poder político tome el control del flujo digital de información sea en China, Estados Unidos o en cualquier lugar del mundo.

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